Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, se abren nuevos retos para la política migratoria de Estados Unidos, especialmente en Ciudad Juárez, donde se prevé la llegada de miles de deportados. Sin embargo, el alcalde Cruz Pérez Cuéllar aseguró que, por el momento, no existe una crisis, ya que los albergues y espacios humanitarios aún cuentan con capacidad y las autoridades se encuentran trabajando en plena coordinación para enfrentar la situación.
El secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz, informó que la llegada de personas en situación de movilidad a la región ha disminuido un 75%, señalando que aquellos que permanecen han sufrido secuestros y estafas por parte de los “coyotes”. Además, indicó que las caravanas identificadas por el Instituto Nacional de Migración (INM) han optado por cambiar su ruta y dirigirse a otras fronteras.
Por su parte, las autoridades de seguridad de los tres niveles de gobierno han decidido suspender los operativos de vigilancia en el bordo del Río Bravo, ya que la concentración de migrantes ha disminuido considerablemente, dado que muchos se encuentran en los albergues o ya han logrado cruzar, explicó Sergio Rodríguez, director de Protección Civil Municipal.
Finalmente, Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio, destacó que se están llevando a cabo acciones para evitar la estigmatización de los migrantes, trabajando directamente con las personas albergadas en la rehabilitación de espacios públicos como camellones, parques y áreas peatonales, con el objetivo de poner en valor sus conocimientos y habilidades, lo cual beneficia a toda la comunidad juarense.
