Datos estadísticos de 2023 comprueban que es más probable que la violencia contra una persona migrante sea perpetrada por autoridades migratorias que por el crimen organizado. El papel protagónico que ha adquirido la participación de la Guardia Nacional y los elementos del ejército en las labores de control migratorio explica el alarmante aumento de violencias y violaciones a derechos humanos que enfrentan las personas migrantes.
Ante el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos por segunda ocasión, se ha hecho énfasis en las estrategias que debe implementar el gobierno federal para hacer frente a las acciones ejecutivas anunciadas por el presidente electo y, aunque de manera general estas estrategias contemplan principalmente a connacionales, es innegable la necesidad que existe de contar con una estrategia integral que atienda, por una parte, a la diversidad de flujos migratorios actuales que atraviesan por México, y por otro lado, disminuya las brechas y omisiones de sexenios pasados.
México carece de estadísticas mensuales desagregadas sobre el número de personas en movilidad que llegan a su frontera norte; sin embargo, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) mantiene un registro de los encuentros 1 ocurridos en su frontera sur lo que permite hacer una radiografía de los flujos que confluyen entre México y Estados Unidos.
En 2024 se evidenció una notable disminución en los encuentros registrados en la frontera sur de Estados Unidos, pasando de 309,240 en octubre de 2023 a 144,660 en septiembre de este año. Además, la composición de estos flujos migratorios mostró que la mayoría correspondía a adultos que viajaban solos, seguidos por familias, niños acompañados y, en menor medida, niñas y niños no acompañados.
La causa principal se debe al incremento en cantidad, alcance y crueldad de riesgos, violencias y violaciones a derechos humanos en contra de personas migrantes y con necesidades de protección internacional.
El Estado mexicano ha fallado en su deber de adoptar medidas adecuadas, suficientes y efectivas para enfrentar la grave crisis de derechos humanos en el país. En el contexto migratorio, en particular, ha operado en realidades paralelas, donde predominan narrativas coercitivas y criminalizantes que retratan a las personas migrantes como enemigos externos que representan un peligro para la soberanía y la seguridad nacional como una forma de control social, mientras que legitiman mecanismos jurídicos con los que se ejecutan acciones arbitrarias y discriminatorias. Un ejemplo recurrente de estas prácticas es el uso del eufemismo “rescates humanitarios” para describir el confinamiento de personas migrantes en Estaciones Migratorias, con motivo de determinar su situación migratoria en un país donde migrar no constituye un delito.
Por otra parte, otras prácticas como el traslado discrecional de las personas migrantes dentro del país a ciudades como Villahermosa o Tapachula, una vez que llegan a la frontera norte e incluso desde la frontera sur, como parte de una estrategia de desgaste, así como la “repatriación” de estas personas a sus países de origen, vulneran gravemente su integridad y seguridad, violando los principios de protección internacional y poniendo en riesgo a quienes se ven forzados a migrar.
A lo largo de 2024, la Redodem ha presentado evidencia que respalda que la política migratoria del último sexenio se ha militarizado y que la participación de la Guardia Nacional y los elementos del ejército ha adquirido un papel protagónico en las labores de control migratorio, lo que explica el alarmante aumento de violencias y violaciones a derechos humanos que enfrentan las personas migrantes. Recientemente, con la publicación de nuestro informe de datos estadísticos de 2023, hemos documentado que es más probable que la violencia contra una persona migrante sea perpetrada por autoridades migratorias que por el crimen organizado.
Es imprescindible insistir en que el nuevo gobierno debe construir una política migratoria basada en evidencia que reconozca la complejidad de la realidad en México como país expulsor, de tránsito y de destino. Esta política debe abordar la diversidad de perfiles migratorios y garantizar alternativas efectivas, diseñadas para responder a las necesidades de protección especial de quienes la requieren.
LAS COSAS COMO SON
La Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes – REDODEM (@RedodemMX) es una red nacional de albergues, casas para migrantes y organizaciones en 14 estados del país.