Durante la primavera y otoño, Ciudad Juárez ha obtenido un aumento en la presencia de polvo en el ambiente, impulsado por los cambios de temperatura y la fuerza de los vientos estacionales, el coordinador del Centro de Ciencias Atmosféricas y Tecnologias Verdes de la UACJ, Adrián Vázquez, mencionó que
las ventiscas son comunes cada año, debido a que las concentraciones de polvadera no siempre se presentan con la misma intensidad.
Tambien destacó que las condiciones de sequía dejan la tierra suelta y lista para ser arrastrada por el viento, lo que agrava la situación, ya que al alcanzar los 30 km/h causa problemas de visibilidad en distintas zonas de la ciudad o si las ráfagas de aire provienen del suroeste, el fenómeno se intensifica, por lo que recorre decenas de kilómetros hasta llegar a su destino, convirtiéndose en nubes de polvo visibles, similares a las tormentas de arena.
