A pocos días de que Donald Trump pueda regresar a la Casa Blanca, el coordinador general del Consejo Estatal de Población (Coespo), Enrique Serrano Escobar, anunció durante su visita a Ciudad Juárez que se trabaja en coordinación con la Federación para garantizar atención a los posibles connacionales y extranjeros que podrían retornar a México ante una eventual deportación masiva anunciada por el presidente estadounidense.
Desde que se planteó esta posibilidad, Serrano Escobar señaló que se han evaluado alternativas para habilitar espacios donde recibir a las personas deportadas. Hasta el momento, se han definido como opciones fijas el parque El Chamizal y el estadio de béisbol Juárez Vive, aunque también se consideran otros terrenos federales para la instalación de los campamentos.
En estos espacios, se instalarán escritorios de registro a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM) para llevar un control de las personas que lleguen, diferenciando entre connacionales y extranjeros.
Para los mexicanos deportados, las autoridades de los tres niveles de gobierno les ofrecerán apoyo para regresar a sus lugares de origen si así lo desean. En cuanto a los migrantes extranjeros, aunque recibirán un tratamiento distinto, se les atenderá conforme a las disposiciones del INM.
Aunque previamente se manejaba una cifra estimada de 2 mil 500 personas que podrían ser deportadas, el secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña, aseguró que el estado de Chihuahua tiene capacidad para albergar hasta 10 mil 000 deportados. También, se contempla utilizar los espacios disponibles en los albergues para migrantes, que actualmente operan al 40% de su capacidad. Asimismo, se busca la colaboración de la iniciativa privada para instalar campamentos dentro de sus propiedades y fortalecer la capacidad de atención.