En el marco de la estrategia de Seguridad Nacional impulsada con el regreso de Donald Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) detuvo a 100 personas sospechosas de ser miembros de la pandilla venezolana Tren de Aragua en Aurora, Colorado, como parte de los esfuerzos por desmantelar organizaciones criminales que operan en el país.
Con el apoyo de agencias federales como el FBI, la DEA, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y los U.S. Marshals, las autoridades se centraron en un complejo habitacional de la zona, donde se emplearon granadas aturdidoras para ingresar a las viviendas de manera sorpresiva, ya que la ley estatal de Colorado impide la colaboración de las fuerzas locales en operativos migratorios.
Un agente de ICE comentó que llevarán a cabo una serie de intervenciones en Chicano y New York con el objetivo de “eliminar la amenaza que pone en riesgo la seguridad de los estadounidenses”, aclarando que los detenidos serán enviados a la base naval de Guantánamo, en Cuba, debido a la saturación de los centros de detención.
