Ante la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y los desafíos que enfrenta el sector ganadero por la sequía, la Unión Ganadera Regional de Chihuahua expresó su preocupación por el panorama actual y los retos que enfrenta la industria.
El presidente de la Unión Ganadera, Álvaro Bustillos, señaló que, si bien la sequía es un fenómeno incontrolable que solo puede mitigarse con apoyo de los tres niveles de gobierno, los protocolos sanitarios impuestos por las autoridades estadounidenses han endurecido las revisiones, afectando tanto el cumplimiento de estándares sanitarios como la cantidad de ganado exportado.
Destacó también que la ganadería es un pilar económico en los municipios de Chihuahua, donde más de 70 mil familias dependen de esta actividad, por lo que cualquier afectación repercute directamente en la economía regional.En consecuencia, ganaderos han manifestado su preocupación ante esta crisis, que podría agravarse si el gobierno de Estados Unidos impone un arancel del 25%, como lo ha planteado Trump desde su campaña.
Ante esto, Bustillos advirtió que un impuesto de este tipo afectaría gravemente al sector, ya que los productores no pueden aumentar sus precios para compensarlo sin quedar fuera del mercado, pues el ganado estadounidense seguiría siendo más competitivo.
Se mantiene la expectativa sobre la evolución del comercio ganadero, ya que los estados fronterizos exportadores han ajustado su producción a las exigencias de la industria estadounidense, lo que les permite obtener un sobreprecio al vender ganado en pie, pues, en lugar de invertir en la cadena de valor para procesar carne en México, resulta más rentable exportarlo vivo, ya que el precio en Estados Unidos es el doble del que se paga en el mercado nacional.
